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En mi opinión, en un bautismo no sólo tienen que estar los padres y los abuelos, sino todas aquellas personas que de verdad sepan lo que se está celebrando y quieran asistir a un acontecimiento eterno. No me gustaría que me excluyeran del bautismo de un miembro mi la familia por no ser padre o abuelo del bautizado. Lo que si me parece importante es que tengamos claro que la recepción de un sacramento no es un acontecimiento social, y por tanto, sólo deben de estar prentes las personas que sepan la trascendencia eterna de lo que se va a realizar, y quieran ser testigos presenciales aquí y en la eternidad de tan excelso sacramento. Todos los demás pueden asistir a la parte social del acontecimiento, banquete, reunión, etc. He visto muchas veces en bodas, bautismos, primera comunión, y funerales, a muchas personas que están ahí por acompañar a la familia, o simplemente porque les han invitado, y son completamente ajenos al sacramento y significado del sacramento que se realiza, y esto es lo que deberíamos evitar, ya que en la eternidad tiene que ser penoso ver como uno tuvo su cuerpo allí y su alma en otros pensamientos que nada tenían que ver con lo que se trataba. Es como si tú eres invitado a una recepción con una persona muy importante, y cuando la tienes en frente en lugar de estar escuchándola, mirándola, y hablando con ella, estás ojeando el periódico o limpiándote los zapatos, pues si esto no lo haríamos con una persona muy importante en este mundo, mucho menos debemos hacerlo con Cristo y su la Comunidad Católica presente en su totalidad, ya que todos estamos presentes de forma física o mística a través del cuerpo místico de Cristo en cada celebración litúrgica que tiene lugar.
ResponderEliminarMuy buenas recomendaciones Padre Fortea, todo lo que aconseja para la lucha espiritual.
ResponderEliminarTal vez para que de verdad haya un cambio lo mejor es como usted dice la Evangelización