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Todos tenemos que ser más conscientes e intentar molestar a los demás lo menos posible, si practicásemos un poco más la caridad sería más fácil estar más pendientes del prójimo y menos de nosotros mismos y de nuestras necesidades. A veces practicar la caridad es tan sencillo como ponerse en la piel del otro. Yo algunas veces he hablado después de la Misa de diario en voz muy baja con una amiga religiosa con la que trabajé hace bastantes años en la Comunidad de Madrid, y nos vemos muy poco y sólo en algunas Misas de diario en esa parroquia y no en otras. Generalmente siempre que me he encontrado con ella y había algún fiel detrás de nosotras he notado que estábamos molestando. No salimos fuera porque mi amiga se queda en el banco después de la Misa y yo suelo pasar al Sagrario. Entonces nos saludamos y nos preguntamos qué tal nos va con nuestros trabajos, y tal…, pero in situ. Donde nunca me atrevo a hablar es en el Sagrario a no ser que alguien se acerque y me pregunte que Virgen es esta o la otra, o el nombre de la parroquia, o alguna cosa por el estilo. Es verdad que se molesta a los fieles que están haciendo oración porque se distraen y muchas veces están más pendientes de lo que decimos que de la oración. Los pequeñines seguirán hablando después de las Misas, pero los menos pequeñines deberíamos de plantearnos esto en serio, para nosotros una Misa de una hora no es una Misa larga, y no deberíamos de tener esa necesidad imperiosa de hablar, no al menos en condiciones normales.
ResponderEliminarAy Padre. Primero que foto tan bella. Esta usted en una burbuja de felicidad, unido en oracion con Dios. Segundo es tan pero tan facil criticar, juzgar a los demas, y nunca nos damos cuenta del tronco que tenemos en nuestros ojos. :-) No me gusta que lo juzguen. Usted es un sacerdote muy bueno con un corazon muy grande. :-) Un gran abrazo!
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