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Hola,
ResponderEliminarYa después de la dura tormenta llega la calma, aunque sigue haciendo mucho frío. Las cofradías, es de llamar mucho mi atención, un tiempo de mi vida, ver la tv española era lo único que me mantenía cerca del lenguaje español, mientras veía la televisión , sentía que había un hueco entre lo que México tiene y lo que España pasaba por la televisión, en cuestiones de celebraciones de tipo religioso. Me había parecido que España era más rica en ese tipo de manifestaciones, puesto que de una celebración, aparecía otra en otra región de España, me encanto conocer eso de España, sin estarlo realmente viviendo. La primera fotografía para mi trae muchos recuerdos, San Francisco de Asís, un santo que he conocido y no digo a profundidad gracias a mi abuela, que era franciscana y que me llevaba a retiros, incluso mi primera comunión fue con padres franciscanos, es una imagen muy hermosa. La segunda me parece divertida, voy creyendo el mundo que se desenvuelve para los católicos en España y no porque acá en México no se vivan, sin embargo me creo que si son duros es porque hay mucho de bueno y de bien también que no hace tanto escándalo, y que no se nota porque no sale en la tv, ni amenaza la vida, como lo hace el mal.
Me uno a la petición del Padre Fortea para que les dé fuerza Dios a todos los que profesan su fe de manera abierta y en cofradías.
Buen día,
El sentimiento de la fe católica se expresa en las procesiones,que no son paseo de santos sino recuerdo de la Pasión dramatizada,que es otra cosa.
ResponderEliminarEspaña posee un rico historial sobre esto.
Los no creyentes, los ateos, son muy activos en la difusión e imposición de su ateísmo. En la novela "La Regenta" se ve un buen ejemplo de ello, en la figura de D.Pompeyo Guimarán. No se conforman con no creer ellos, tienen que imponerle su no creencia a los demás. En el fondo, lo que subyace es un sentimiento de envidia muy fuerte, hacia los que creen, que precisamente por creer, no andan por la vida desesperados a la menor contrariedad que se presenta, porque sienten a Dios y se sienten amados y acompañados por Él. Y la envidia, ese pecado capital que tanta fama tiene de ser el pecado capital más extendido, algo que yo creo firmemente, no puede por menos que corroerlos, y por lo tanto intentan que los demás pierdan la fe que ellos perdieron o no tuvieron nunca, y compartan su desesperación vital.
ResponderEliminarConozco personas creyentes que son prácticamente acosadas en el trabajo, y desde luego provocadas, por los agnósticos o ateos. Ante esas provocaciones, que en el fondo dan hasta pena, sino fueran tan absolutamente negativas por lo que implican, lo mejor es no seguirles el juego, y apartarse de "la senda de los malvados". No hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver, así que la confrontación por muy de buenas maneras que se haga, y con la mejor intención, es tiempo perdido.
Y efectivamente hay muchas personas de Iglesia, como dije en mi anterior comentario a las que no les gustan las procesiones, he conocido a varios sacerdotes así, y también a varios seglares fervientes católicos. En mi misma comunidad he oído por parte del catequista, en presencia de un sacerdote, algunas burlas al respecto, sobre los capirotes y demás; ven en ellas una fe de pacotilla, más que una fe verdadera; y la forma de vida de muchos cofrades, no se adecúa en absoluto a lo que es una fe auténtica, que es la fe vivida día a día. Ellos, (los contrarios a las procesiones,) prefieren, como dice Leo, una Iglesia menos numerosa pero más comprometida, y que la fe vaya a buscarla el que quiera, primero en su alma, con la meditación, la oración y la lectura, y después a fortalecerla a los templos.
Personalmente y en la actualidad, me debato entre las opiniones expuestas anteriormente, y lo necesario que resulta hoy en día dar testimonio de fe pública.
Que tengáis un buen día.
http://cayetanomedinasomosierra.blogspot.com.es/
ResponderEliminarcoincido plenamente con sus dos comentarios sobre las Cofradías y le invito a entrar en mi blog donde acabo de publicar un artículo muy relacionado con el suyo, donde expongo mi experiencia y lo necesarias que son la Iglesia para las Cofradias y las Cofradias para la Iglesia. Un cordial saludo
Que casualidad.
ResponderEliminarHoy he ido a Madrid, Al Escorial en concreto. Y había en un centro cultural una exposición sobre la Cofradía de San Sebastián.
He entrado a ver la exposición, sobre todo animada por los post del p. Fortea.
Muy bonita. He estado hablando con los cofrades. He visto las capas que sacan para llevar al Santo.
Tenían una reliquia, un trozo de madera donde fue asaetado San Sebastían. Cuadros al óleo del Santo, Estandartes.
Preciosa la exposición.
Celebraban los 50 años que llevan luchando para mantener en pie la Cofradía y poder sacar al Santo todos los años.
Han recibido la medalla de oro al esfuerzo del Ayuntamiento de San Lorenzo del Escorial.
La Cofradía de San Sebastián tuvo su inicio en el s. XVI. Luego con las guerras desapareció y en el s. XVIII los hermanos hicieron renacer la tradición y volverieon a sacar al Santo por las calles.
Me ha encantado.
Como me gustan las procesiones de Semana Santa.
Soy practicante y voy a Misa los domingos y me emociono viendo los pasos en la calle, me encanta ver imágenes religiosas en la calle y ver fervor.
Se han dado casos de ateos confesos defendiendo iglesias ante la destrucción en la Guerra Civil porque esa era la fe de sus padres y la que ellos,de alguna manera,habían vivido en su infancia.
ResponderEliminarCofradías, tiene razón Padre Fortea, no somos perfectos, ni siquiera las organizaciones con una misión loable. Haciendo otra vez el recuento de ver la tv española, en una ocasión vi algo que me lleno de mucha ternura, era apenas un niño de 2 años que lo que más quería era pertenecer a la Cofradía de la que pertenecia su padre, su hermano y su tío. Le habían ataviado como los grandes y le habían encargado algo en especial, me parece que era lanzar pétalos desde un lugar seguro para él, aunque el niño quería cargar y hacer algunas otras cosas más, se conformaba con aprenderse las canciones y estar vestido como era debido para esa celebración. Se le notaba un orgullo, una felicidad y unas ganas de pertencencia, me llamaba mucho la atención que hablara tan claro apenas teniendo dos años, tenía unos ojos café con una mirada muy viva enmarcada de unas largas pestañas, su cabello era lacio. Es muy agradable recordarle, seguro que ahora que ya tiene 9 querrá seguir perteneciendo a esa cofradía, como que le dejaron pertenecer desde sus tiernos años sin desanimarle y viéndolo él mismo toda esta manifestación como algo natural. Verle me llenaba de ánimo, algo que no me pasaba en donde me encontraba donde reinaba demasiada seriedad, o miedo, no sé como llamarle, pero a qué siempre es cuestión de buscar un poco y que se halla lo bueno a cada situación.
ResponderEliminarSaludos a todos,
Lo que dice de que se critique a los de una hermandad por no ser santos (y alguno lo sera) es el clasico ejemplo de que cada vez que se hace algo con entusiasmo o un poco de ilusion, siempre te va a salir el tipico amargado aguqafiestas a criticar. Como si una chica no pudiese vestirse bien por no ser Claudia Schiffer, o un nigno no puede sonreir y hacer el tonto como los demas por tener un sindrome, o una pareja no puede tener familia numerosa por que no son perfectos, algo asi.
ResponderEliminarHe oido mas criticas en cuanto a la 'estetica' de las procesiones (lo que sea que las segnoras del pueblo han bordado para un manto, que nunca es de su gusto), y me parece lo mismo, si no se quiere participar que no se participe, no es obligatorio, pero mejor que a los de las hermandades les entre por una oreja y les salga por otra
Lo que resulta muy evidente, si comparamos el tiempo de Navidad y la Semana Santa, los días de la Pasión de Cristo, es algo que ya queda recogido dentro de la sabiduría popular acerca de la diferente actitud que mostramos ante las circunstancias del prójimo; 'si ríes, el mundo reírá contigo, si lloras te quedarás solo'. En Navidad es tiempo de celebración, y aunque la gente protesta por el abuso de los grandes almacenes, que literalmente, marcan las fechas litúrgicas a su antojo, todo el mundo se apunta y todos nos sentimos solidarios, es un tiempo como de paréntesis, ya aceptado por todos, los que creen y los que no creen, incluso Miss Daisy le hizo un regalo a su chófer, siendo judia, en Navidad.
ResponderEliminarEn Semana Santa no se celebra, se conmemora, la muerte de aquel Niño, que se hizo hombre. Y aquí, en nuestro pais, lo conmemoramos sacando pasos que representan escenas de aquella muerte. Mucha gente se fija en el aspecto artístico de esas escenas, de la belleza de las figuras, Salcillo, en los pasos de las procesiones en Murcia, otros se dejan inundar por la emoción que les invade ante la iconografía de esos pasos. Y eso es lo que sugiere opiniones encontradas entre muchos. Durante un tiempo me pareció pueril aquella exhibición de la Pasión ( podemos decir que no quería aceptar la emoción que me embargaba al ver aquellas escenas ) ahora ya no pienso igual. Considero que ejerce un efecto de catarsis necesario para suscitar emoción o compasión ante un hecho en el que, si desean ahondar en él, pueden hacerlo, y sino, se quedan con las escenas que narran lo sucedido durante aquellos siete días de hace más de dos mil años.
La existencia de Jesús, su existencia histórica, está demostrada. Y después de esto añado el Credo y lo rezo, es decir, afirmo mi creencia en lo que digo. No me cuesta nada ver representaciones de aquellas fechas, que marcaron un después en la vida de los hombres. Las especulaciones no tienen cabida en mi fe, que es viva. Como la de ese hombre que llora ante el paso de las imágenes, exactamente igual que la de él.
Lo que pasa es que las expresiones artísticas han cambiado, y al igual que la gente no va vestida en el S. XXI como lo hacía en el XVI, tampoco podemos tener las mismas manifestaciones externas de la Fe, idénticas.
ResponderEliminarCreo que las manifestaciones externas de la Fe en el S. XXI tenían que ser conformes a la vida del s. XXI, más tecnológicas, informatizadas, pero el problema es que no hay gente que dominando prácticas sienta la necesidad de transmitir su Fe por medio de ellas.
Es decir, no hay a penas informáticos, creativos que sientan la necesidad de transmitir su amor a Dios con los medios actuales, por eso nos quedamos con las reliquias del S. XVI.
Quizás las del S.XVI sean más humanas, más cercanas.
Bakhita, es cierto eso que dices, las manifestaciones externas de la Fe, en el siglo XVI eran acordes a la ortodoxia, que no admitía que ningún, de los llamados católicos, sacara los pies del tiesto, puesto que ello era interpretado como herejía. Eran tiempos de al pan, pan y al vino, vino, fe sin fisuras en la Fe, ahora hay un relativismo que penetra y corroe las bases de esa fe en la Fe; se ponen en duda dogmas, y la doctrina es interpretada por muchos teólogos como una correa de transmisión, a piñón fijo, mecanizada, casi inhumana, y que no corresponde al Espíritu, que debe imperar sobre la Ley y no la Ley sobre el Espíritu ( de la Palabra de Dios ) Un Pneuma dueño de la Tierra, como dijo alguien de cuyo nombre no quiero acordarme.
EliminarLa gente del XVI no se avergonzaba de la exhibición pública de las escenas de la Pasión, también es verdad que acusaban a los judios de la Muerte de Jesús, y ahora ya no. Pero piensa algo, cuando Tomás Luis de Victoria compuso su Officium defunctorum, o antes, cuando su primera misa de requiem, los mecenas que lo patrocinaban gustaban de sus composiciones, también fue organista y maestro del coro de un convento de Madrid, donde se supone que, sus obras conmovedoras y místicas, agradaban también a las monjas, que no eran nobles adineradas, o al pueblo llano, pero todos; ricos nobles, piadosas monjas y pueblo llano, pertenecían al siglo XVI y resulta que, hoy, cinco siglos después, en pleno siglo XXI sus composiciones siguen elevando el alma a quien las escucha. Lo más singular es que la inspiración a tan bellas armonías se debe a la piedad, a la fe en la Fe Católica de alguien que vivió en el siglo XVI. Quizá hoy debiéramos ser igual de creativos y no quedarnos con 'esas reliquias' musicales como acompañamiento, sino que, conforme a la vida de nuestro siglo, debiéramos informatizarlas, tecnologizarlas, no sé, algo. Algo que fuera acorde con este siglo. Científico, avanzado, creativo .... algo.