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Comentarios 23 mayo 2014


17 comentarios:

  1. No estoy de acuerdo P. Fortea;

    No estoy de acuerdo con que el que quiere hacer sufrir tiene el sufrimiento dentro de si.

    Hay personas que hacen sufrir a los demás por placer, por despotismo, y quizás esa actitud les lleve a ellos a sufrir, pero no hacen sufrir porque ellos sufran.

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    1. Las personas que no sufren porque hacer sufrir a los demás les place, son sádicos, señor Anónimo, y Padre Fortea no habla de esas gentes con patología, serénese un poco. En cualquier caso, si hacen sufrir para satisfacer un deseo insano de sufrir ellos mismos viendo el sufrimiento de los demás, entonces son masoquistas también. De todo hay en la Viña del Señor. Aquí, de lo que habla Padre Fortea es de otra cosa, lejana a esa identificación tan sui géneris de sufrimiento que ha elaborado Vd. señor Anónimo, y que yo, con mi habitual e inveterada costumbre de analizar de pe a pa, y de escudriñar las palabras y su origen, he acabado por comprender de la forma que he contado, y es la única explicación coherente que saco de esa enrevesadísima fraseología con que nos regala a veces, cuando 'le place'.

      Habla, o eso creo entender, de un sufrimiento interno, ni siquiera detectado o intuido por su propietario, pero que lo hace muy evidente para el que sufre las consecuencias de ese latente padecer que envenena todo lo que ese 'sufridor' realiza al entablar relaciones con su prójimo. También se llama amargura, o estar amargado. Son personas que pueden parecer felices, y que te animan a serlo si se tercia la ocasión, contagia alegría , pero que, en cuanto se sueltan a contar chistes de tullidos, de tarados ( ellos los llaman así ) o chistes sobre la Iglesia, fieles y ordenados, sacan una vena fea, oscura e inquietante, que te lleva a pensar que sufren mucho, pero que no son capaces de captarlo. El cerebro se bloquea a veces, es normal.

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  2. Se hecha de menos en los mejores momentos de su vida, momentos que muchas personas definen como máxima felicidad;

    - El nacimiento de un hijo,
    - El día que conocieron a su marido/ mujer.

    Creo que lo único que puede superar a esos momentos de felicidad es una unión grande con Dios

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  3. Padre Fortea, estoy encantada con estas fotografías, transmiten a mi modo de ver mucho de su personalidad, o también al mismo tiempo me hace imaginarme su pensamiento en ese momento y en el momento de escogerla para hacer parte del texto que acompaña su post: Los mejores momentos de mi vida, que no son el pedir justicia.
    Hace unos años pedía justicia, porque no la veía, los planteamientos presentes me hacían creer que el mundo estaba no solamente para mi, sino para muchos plagado de muchas injusticias. Que había si un objetivo que yo desconocía de Dios con todo pero que había injusticia,entonces le pedía Justicia a Dios.
    Hace unos tres o cuatro años, comence a leer a Papa Benedicto XVI, la caridad, luego cayó en mis manos el diario de Santa Faustina con la misericordia de Dios y de pronto todo me quedó claro, tan así que lo que llegué a escribir con respecto a la justicia , la cambie a misericordia.
    Pido ahora misericordia para todo aquel del que clamaba justicia a Dios, en la misericordia se haya el arrepentimiento y en ello he puesto la fe, por saberme así mismo y tal vez sin quererlo ejecutante de la injusticia para alguna persona.
    Afirmo como usted en esa hermosa fotografía debajo de la Virgen María, en el día de la bendición de rosas de Santa Rita (abogada de los imposibles):
    "El que quiere hacer sufrir, tiene el sufrimiento dentro de sí. El sufrimiento habita en él".

    Una persona en paz y feliz, quiere eso para los demás.

    Saludos, bendiciones y misericordia para todos.

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    1. Creo que la Misericordia la tienen que pedir los que han sido injustos, no las víctimas.

      La misericordia de Dios está relacionada con nuestras miserias, con nuestros pecados, no con las injusticias que recibimos.

      Si han sido injustos contigo, más bien, creo que debes unirte a la Cruz de Cristo, eso es una Cruz, y puedes ofrecerlo.

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    2. Tienes razón, pero pedir misericordia para ellos, creo que es un camino muy sano para que Dios les perdone, que al final, Dios quiere que todos nos salvemos y seamos uno como él es uno. Yo me quiero unir al deseo de salvación de Jesús, pidiendo por ellos.

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  4. Encantadora imagen, como un sacerdote peregrino, con sombrero abajo en signo de respeto. Flores al fondo, en el cirio. La Virgen y el niño en lo alto de la cúpula y tal vez al lado a su derecha, muy cerca de su oreja, para escuchar consejo.
    De blanco, con una actitud de sonrisa-seriedad, pero con una mirada expresiva, entre la belleza plasmada en la decisión de tomar esa inmediata imagen en el aparato de manera propia y al mismo tiempo tratar de mostrar una pintura de sí mismo que transmita la emoción guardada y siempre prudente de encontrarse en tal lugar. En escogida posición que alcance a tomar todos esos detalles, la cruz con el mantillo blanco, las imágenes de los santos debajo de la Virgen de la Cúpula, los vitrales, una composición buena y digna para adornar el texto en segunda instancia de Los mejores momentos de mi vida y hablar propiamente de la justicia, el sufrimiento y las buenas intenciones, recordando sí, esos mejores momentos, no se abstraen esos sí, malos momentos.

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  5. Curiosamente, si puedo enumerar los peores momentos de mi vida, estos tienen que ver con lo que soy capaz de hacer cuando estoy alejada de Dios, cuando me he dado cuenta, he querido renegar de mi propia existencia, cuando he palpado esa incapacidad e ignorancia, he querido no más seguir.

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  6. GloriaAr........

    Hacer sufrir no tiene sentido, no se puede considerar el ocasionar malestar a otro un BUEN ACTO a los ojos de Dios, las personas que estando en los caminos de Dios o no estando en ellos, producen sufrimiento a sus semejantes tendran un gran remordimiento y dolor al final de sus vidas, algunas personas piensan que con actitudes contrarias a la caridad purifican a quienes les han sido encomendados ¨ para llevarlos a Dios´´.
    Dios, como Padre lleva a sus hijos en brazos guia, ama, con todo el corazón,
    el sufrimiento provocado por tan excelentes guias y con tan ´buenas intenciones´ se convierte en culpa Y FALTA para ellos. Desvia y confunde a los que confian en ellos.

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  7. Estoy de acuerdísimo con su última reflexión, quizá sea una necesidad para algunas personas extender su sufrimiento a los demás. Yo tengo fama de agobiarme enseguida, y cuando lo hago transmito pesimismo, sobre todo con las enfermedades, pero curiosamente es con las posibles, no con las reales, esas las afronto bien, diría que muy bien, lo que me preocupa es no pensar en las enfermedades y qué haré si las tengo algún día. Me paso tiempo pensando en que haré cuando tengo 70 años ( o por ahí ) Ya tengo planeado lo que quiero hacer cuando sea octogenaria. No pienso hacer sufrir a mis hijos, ni sufrir yo. Tengo unas amigas, se llaman Angélicas. Y me iré con ellas. Si vivo para entonces, claro. Los hijos varones ( que son los que yo tengo ) quieren hacer siempre de papás con su madres mayores, y yo papá ya tuve uno, cómo para tener dos y dándome consejos sin parar. No, y no, y no. Me iré a Zaragoza con mis amigas. A rezar y prepararme para morir. Sin nada más en que pensar que no sea eso. Allí me pueden ir a visitar y verme, y yo, verlos a ellos. Una madre nunca se jubila, lo sé, pero tengo que darles ejemplo hasta para saber retirarse a tiempo. Porque luego les tocará a ellos hacer algo parecido cuando sean viejos. Y todo, sin que sufra nadie por nadie. Hay que prevenir situaciones.

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    1. Que distinta eres a mi. Yo jamás pienso en lo que haré cuando tenga 70 años, ni 60, ni 50.

      Solo pienso en lo que haré mañana y como mucho este verano.

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  8. Tiene mucha razón su post sobre los mejores momentos que uno tiene en la vida, y sobre el mal que muchos religiosos hacen creyendo que hacen un bien, yo mismo los he sufrido, discriminación y "malos tratos" (no era algo grave) por parte de una monja hacia otros que luego no han vuelto por una iglesia, y el tonto maltratado en vez de odiar a la iglesia por culpa de esa monja, entiendo que la iglesia no era ella y soy católico, practicanrte y trato de ayudar al prójimo, soy un pecador imperfecto que quiere no venganza sino redención y amor para todo el género humano y el eterno reino de Cristo, y que todos terminen por arrodillarse ante Él, en la tierra en el cielo y en el abismo...

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  9. Padre Fortea, acabo de consumir un alimento muy parecido a la pizza y recordé que mientras vivía en Francia consumía cualquier tipo de queso de los que tienen al finalizar la comida, eran deliciosos y adictivos, pero me caían muy mal, no solo me daba insomnio, que eso sería lo mínimo, me daba un fuerte dolor de estómago y casi siempre por el camembert...
    Nunca en México me había pasado con los quesos, acá también hay varios tipos, la diferencia es su frescura, los quesos frescos se digieren más rápido y causan menos molestias por sus toxinas, los quesos como el tal vez usen en la pizza es uno que además de grasas, es más pesado en su digestión por su añejamiento.
    Recomiendo la pizza pero solicitando otro tipo de queso, preferentemente fresco, o si no puede cambiar, con una manzana al final será más fácil el trabajo de su estómago e intestino por la alcalinidad de la fruta.
    Ya quedo como de consejos... Jejeje
    Saludos y es viernes de pizza.

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  10. Mónica, si cuando sobreviene la enfermedad la tomas con calma y paciencia, a qué pre-ocuparte, entonces?

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    1. No me preocupo en realidad por mí, sino porque al estar yo enferma todo cambia y altero la vida de los demás, y eso tiene consecuencias para ellos y para mí. Sobre todo porque no podría ejercitar dones que nunca he tenido, y si los hubiera tenido, no los he cultivado, y lo mismo digo respecto de los demás que menciono, esos, menos aún que yo. Y ya es decir. O sea, un desastre convivencial.

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  11. Desgraciadamente estas personas existen, y el que más y el que menos nos hemos encontrado con ellas. Producto del pecado son las tinieblas que pesan sobre estas personas; producto del pecado original y de los pecados personales, como dijo Dom Ambrose Southey: “ el pecado de Adán y Eva no mató al hombre pero lo dejó malherido”.

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  12. Creo que de las ofensas que suelen suceder entre las personas son simples o no importantes, no importan, ni los malos comentarios, la perdida de cosas no importan, las malas lenguas o calumnias, los desagravios y malos sentimientos, nada de esto puede producir dolor, lo que hace que una ofensa se constituya en un peso es obstuir la vida espiritual de otro el tratar de alejarlo de Dios, que el argumento sea sorprendente, donde pueda colocarse una duda tan grande en el inconsciente y se luche a diario por recuperarse.
    Esto es tan doloroso y angustiante que para superarse se padezca infinitamente.
    Ya no importa si pierdes hasta la cabeza, el dinero, el carro, lo que tengas, es encontrarse en un vacio insondable del que no se puede salir, recuperar la confianza en los demas es tambien dificil y aletargante, las oraciones parecen formulismos sin sentido, las dudas te acompañan siempre, siempre.
    Y pensar que el solo decirlo o comentarlo te puede traer consecuencias es peor.
    No hay que pedir ni justicia, ni castigo, nada., pienso en los sermones que he escuchado que Dios acudira en auxilio de quien le implora y El enviara ayuda para sus hijos, la amnesia, la distancia, es el mas seguro de los remedios.

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