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Padre Fortea no estoy muy segura de estar de acuerdo con usted. Estoy a la mitad y lo atribuyó a mi ignorancia del tema. No concibo un Infierno con algo; sea mínimo de misericordia.
ResponderEliminarTal vez la soledad absoluta con la propia maldad es en sí un tormento. Las leyes ahí me creo no valen porque lo que sí sé es que el Infierno fue hecho para los demonios, no los humanos.
También tengo entendido que el condenado está ahí por méritos propios pero por sobre todo por llamarlo grotescamente por gusto. Por renegar de Dios en todas las infinitas misericordias que Dios nos otorga.
Concibo una visión así de terror. Tormento. Sufrimiento. Odio y Aberración. Ahí sí que se es víctima de los demonios. Porque creo que se escoge estar ahí y vivir así. Siento que al mismo tiempo que se va al yo como dijo. Se puede dejar de frecuentar ese lugar en vida.
Al mismo tiempo se va y se viene según nuestras acciones en vida y ya muertos ¿cómo?
Según sea nuestro corazón y nuestro haya sido y sea nuestro proceder. Porque siempre podemos pedir al Padre Dios su misericordia e ir ahora sí al Purgatorio.
Su reflexión del Infierno sobre todo está última conflictua mi noción de infierno. Y me hace pensar que es más blandito y tolerable estar condenado.
Creo que su descripción se parece más al Purgatorio que al Infierno.
Y al fin concluyó que es usted quien conoce más del tema y por algo lo dirá. Yo por mejor opción escojo tener un criterio más abierto y reflexionar sobre este post.
Saludos
Estimado padre Fortea quisiera perdirle por favor si ud. pudiera referirse en base a que doctrina o estudios teologicos se fundamentan sus comentarios a cerca del infierno mecionados en los post. De antemano muchas gracias
ResponderEliminarJorge Chile
Jorge, el Padre Fortea no lee los comentarios. Puedes informarte sobre el y sus estudios en su página web, y puedes entrar desde aquí. También hay teléfonos y mails para poder escribirle. Un saludo.
EliminarYo también lo creo así.
ResponderEliminarSi el suplicio es eterno en el tiempo, no me puedo imaginar ya que fuera ilimitado en intensidad. Es decir, que las 2 variables X e Y tiendan a infinito.
Sin duda que por los demonios así sería pero no encaja con un Dios que es Amor.
Sería un Dios vengativo.
ResponderEliminarAl igual que hay diferentes niveles de gloria en el Cielo según los méritos de los bienaventurados, también hay diferentes niveles de sufrimiento en el infierno según las culpas de los réprobos. Lo implica que Dios regula la acción de los demonios para que atormenten a los condenados según Su voluntad
ResponderEliminarno va a comentar nada de la guerra santa que se está librando hoy contra el ISIS?? imágen real, nada de photoshop https://scontent.xx.fbcdn.net/hphotos-xlp1/v/t34.0-12/12071519_10206619348901077_1322921026_n.jpg?oh=44bfac92b8a52cdd075ffbb183a4bd05&oe=5618A3A7
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ResponderEliminarPienso que esto sólo sería posible si la condenación fuese un juego de azar, es decir, si la salvación nos la jugáramos a las canicas, y entonces el azar podría caer en cualqiera de nosotros. Cuando leía el post estaba pensando que no podemos ser el único condenado porque al menos contaríamos con la presencia del Estado Islámico, y al mismo tiempo que pensaba esto recordaba “el condenado por desconfiado” de Tirso de Molina, en el que uno de los personajes del libro pregunta a Dios cuál será su suerte después de la muerte, y Dios le dice que la misma que un réprobo al que éste conocía. Piensa entonces este personaje: si voy a correr la misma suerte que el réprobo, es decir, si mi suerte está echada y voy a ir al infierno, entonces voy a pecar. Pero éste iluso no sabía que el réprobo al que él conocía se había convertido y ahora amaba a Dios; y entonces se condena.
Supongo que yo que llevo bastante bien la soledad no tendría mucho problema para seguir viviendo en soledad sin compañía de otros condenados. El problema que veo es la soledad de Dios, una soledad imposible de vivir sólo un minuto, porque ese minuto de vacío, entre otras cosas, se llena de alimañas, y sólo un minuto se convierte en algo tremendo. Pero si además sé que Dios se ha olvidado de mí, que he desaparecido de su mente, que ya no existo en su pensamiento, entonces ya no encontraría palabras para describir el sufrimiento.
Como es toda la eternidad, nos volveríamos locos, luego cuerdos, luego no lo se, pero supongo que llegaría un momento en que todo nos diese igual y el malvado solitario quedaría como aletargado.
ResponderEliminarMe da la risa, porque ya no tendría oportunidad ni de ser malo el pobre.
Padre Fortea
ResponderEliminarEsa es una suposición realmente terrible, ser el único condendo!!!
Es lo que le sigue de peor...
Pero supongo que pensar en distintas posibilidades da cabida a la reflexión bien racionalizada de todos los fenómenos y no fenómenos teológicos (por llamarlo de alguna manera).
Pienso que Dios no es vengativo como leí en un comentario, creo que si ese ser, persona o ángel se aleja de Dios, el resultado es ese, Dios es amor, pero ¿qué pasa cuando aborreces al amor, cuando te alejas de él y a lejas de ti todo lo bueno que es él?
En fin, después de ese ´timo post de la soledad del ÚNICO CONDENADO , se me vino a la mente la frase TORMENTOS RABIOSOS, de una poesía de Gutierre Cetina
OJOS CLAROS Y SERENOS
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquél que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay, tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.
Hoy nos planteas una situación como mero entretenimiento mental pues dices que es un imposible por las mismas palabras de Jesús.
ResponderEliminarPues entremos en este juego. Para empezar eso de ser el único condenado entre todos los hombres y demonios sería algo que te concedería cierto orgullo y no poca importancia. Tendrías que ser malo malísimo y odiar infinitamente a Dios para acabar totalmente apartado de Él, para siempre y encima en la más absoluta soledad. La condenación de este ser imaginario sería una elección propia ya que Dios no castiga y al infierno van los que le quieren apartar de sí. Por este lado sentiría incluso gozo. Tendría lejos de sí al Ser odiado y esto le llenaría de júbilo. Como ya he dicho se sentiría especial y distinguido al ser el único condenado.
Ahora vamos con la cuestión de la soledad eterna. Tendríamos que ver qué necesidades tiene un ser en el más allá. Por poner un ejemplo en el mundo humano si tuviésemos a una persona con su alimento asegurado a diario, su música, radio, televisión de plasma gigantesca con cientos de canales y reproductor de DVD con miles de preciosas películas para ver, internet, libros, videojuegos de ajedrez y de todo tipo de entretenimiento, vivienda bien amueblada y buena salud siendo eternamente joven nos encontraríamos con que podría aguantar así unos pocos años pero que terminaría enloqueciendo por esa falta de contacto humano. No soportaría eternamente así ni Techo; a pesar de lo que presume de poder aguantar la soledad infinitamente.
Ortega y Gasset dijo que la vida humana eterna sería insoportable. No le faltaba razón. Una de las cosas que hacen insoportable nuestra existencia es la soledad en la que todos nos encontramos. Todo hombre está solo por mucha compañía que tenga.
El supuesto que planteas es tan infinitamente cruel que Dios no lo permitiría jamás; el Diablo sí. Si por Satán fuese todos los condenados al infierno estarían separados sin poder verse y en absoluta soledad eterna. Satán no se les acercaría para dañarles ni permitiría que ninguno de sus demonios lo hiciese. Sabría que esa soledad por sí misma les haría sufrir mucho más que la peor de las torturas que él les pudiese infligir.
La soledad eterna también sería insoportable en el Cielo. Claro que es incompatible con el Paraíso.
Eres muy cruel haciéndonos pensar en estas cosas, Forty. Jajaj.
Saludos.
Quien dice que Dios no castiga ? El Infierno lo elige uno voluntariamente pero ahí también hay una parte de castigo de Dios.
Eliminar¿Quién lo dice? El mismísimo Papa Francisco; ni más ni menos. Lo que explica es que quien está allí es porque ha decidido renegar de Dios. También comenta que solo sabemos con seguridad de un ser que lo habita: Satán.
EliminarOpino lo mismo. Dios nos ama a todos y no nos castiga. Todo el que no le niegue irá al Paraíso o al purgatorio.
Puede que yo esté equivocado. Más difícil es que lo esté el Papa.
Saludos.
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