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Hahaha pura ironía sobretodo lo de ocultarlo....si que he reído
ResponderEliminarEstimado padre José Antonio y demás amigos del post. Es igual en todo lo que el hombre realice, siempre el ego le jugará una mala pasada. Hay un antídoto para ese ego y es la humildad, que en todo busca lo que Jesús expresa en los evangelios de este tiempo de Pascua, El no busca su realización personal, sino que su complacencia es mostrarnos al Padre. Quizás esto para muchos sea una utopía, pero eso que parece utópico es lo que debe ser para el ser humano la realización plena del ser humano como tal.
ResponderEliminarDios les muestre el fruto de Su Amor, la paz del corazón.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con sus palabras en todo menos en que el post es una ironía.
El deporte es malo para la salud en general, no sólo los esguinces, tendinitis, etc. Es malo muy malo para el corazón, ya que el deporte somete el corazón a un trabajo y gasto excesivo e inútil. El corazón es un órgano autónomo que no necesita de nuestra voluntad ni del ejercicio físico para funcionar correctamente.
Pero el deporte no sólo es malo para la salud, el hombre moderno ya no tiene que correr ni saltar para cazar o defenderse de los depredadores, sino también potencia la vanidad y hace el juego a la política.
En política y en moral se trata de tener entretenida a la gente con partidos de fútbol, deportes en general, moda, culto al cuerpo, sexo, alcohol, drogas, comida delicatessen, y todo aquello que favorezca la ley del mínimo esfuerzo y el placer. Personas así no piensan, no son libres, y se manejan para el mal con cuatro hilos como las marionetas.
Algunos, muchos, la mayoría, están haciendo su juego al demonio con cosas aparentemente inocuas como el deporte, parece que no hacen daño a nadie pero es sólo una ilusión; luego cuando las cosas salen mal y occidente se descristianiza no faltan los que nos echan la culpa a los cristianos porque tenemos cara de acelga, somos ásperos en la corrección del pecado, no estamos todo el día alegres y riéndonos… dicho sea de paso, están las cosas como para reírse…
En fin…, si la culpa de los azotes de la sociedad del siglo XXI no la tiene Cristo, la tenemos los cristianos. Para los ateos la tiene Cristo al que ni siquiera conocen, y para parte de la Iglesia la tenemos los cristianos porque no hacemos las cosas bien.
Al hilo de esto, la semana pasada le recomendé a un compañero de trabajo sevillano y costalero del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Sevilla, el blog de Marta y María contemplativos… Después de enseñarle el blog y recomendarle algunas cosas,
dijo, “Esto es para la gente que practica”.
Con santa paciencia le respondí: “pero tú eres creyente”.
Respuesta: “Si, pero no practico”.
Le dije: “¿Se puede ser costalero y no practicar?
Respondió: “No tiene nada que ver”.
Estas respuestas me las dio flor y nata de mi trabajo, imaginaros el resto. Ahora eso si, tiene unos bíceps impresionantes, como se suele decir, está cuadrado, dedica varias horas a la semana a sudar la camiseta en el gimnasio. Aparentemente es una persona normal, se podría decir que hasta es un chaval majo, trabaja aparentemente bien, es aparentemente buen compañero... pero todo hasta que te metes con él en materia.
Pues así están las cosas amigos, así o peores.
Padre Fortea: Ante todo, ¡felicitaciones por su doctorado!
ResponderEliminarPaso a plantearle algunas inquietudes, pues me interesa mucho su opinión.
En el post del 23 de abril, usted separa "lo moral" del "valor intrínseco" de una obra. Pregunto: La amoralidad, ¿no "daña" la belleza de una obra? Y, ¿hasta dónde somos responsables -frente a Dios- de lo que damos a leer? ( Soy profesor).
¡Gracias!
Saludos muy cordiales,
Iván Marcos