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Estuve en el Monasterio del Paular hace dos Navidades, estaba nevado, había un silencio especial, y los monjes cantaban villancicos gregorianos. Era, como dice el padre Fortea, de verdad espiritual. Solo vi la Iglesia principal, y lamento no haber disfrutado más de aquél momento.
ResponderEliminarEl Paular es un lugar precioso.
La Cruz estable mientraS el mundo gira.
ResponderEliminarOra et Labora
Me parece que hace poco se produjo una película sobre la vida de los Cartujos en la actualidad, en un Monasterio francés.
" El gran silencio " se titulaba, es de hace 5 o 6 años.
El director estuvo 20 años rogando al prior que le permitiese filmar la vida de los monjes.
Y al final, tras esos 20 años le permitió filmar con muchas restricciones.
La película es buena, impresiona,. La vida q llevan es de una simplicidad extrema, no hay misterios, hay pobreza, simplicidad, y oración.
Visto como espectador resulta algo insípido, pero creo que si lo vives no es así.
De cualquier forma para vivir como viven ellos, tiene que haber una fuerza, misteriosa q les sostenga, eso sí es evidente en la película.
Lo que más me gustó: el día q tienen libre al año. Estaba nevado, y se tiraban por una pendiente resbalando,!! Lo pasaban pipa!! y los que les veíamos también.
Gracias. No lo puedo ver ahora, y lo siento.
EliminarUn saludo.
No miento, Padre Fortea cuando le digo que verle ahí en los pasillos me da una sensación agradable pero un poco escalofriante y es que me parece ya haberlo visto ahí antes, esos pasillos y lugares me recuerdan a un exmonastrio que visite en México (ahora es museo) y cuyo ambiente me hacia sentir ganas de estudio, de reflexión y la imaginación volaba y eso lo sentí cuando era muy joven unos 14 años, seguro mis compañeros con los que viaje ahí también lo experimentaron.
ResponderEliminarSé por las lecturas de su sitio que por lo menos lo hace una vez al año, ir a un monasterio. ¡Que privilegiado! Ojalá Dios le siga colmando de gracias y bendiciones como estas para resistir a todo lo que venga, es a veces por esos momentos que resistimos confiándonos a Dios aunque nos cueste tal decisión.
Me ha sido gracioso por la mañana luego de acercarme a un alumno el verle con una medalla de San Benito en el brazo puesta, me acorde de la que llevo al cuello, por casualidad porque la misma se calló de mi brazo y al final no arregle eso y la deje al cuello. Así los pensamientos apenas mirar que el alumno la llevaba, recordé todo le proceso del porqué la porto ahora al cuello. Ya después supe que era el día de San Benito, luego en las suaves casualidades se nos informa de lo que sucede de importante para Dios o que quiere transmitirnos y que pongamos nuestra atención.
Lo de los cartujos me sorprendió, primero por saber de San Hugo, que ayudo a fundar la orden, además de su particular historia que le marca como alguien que de buenas a primeras fue nombrado obispo luego de haber sido simplemente laico, tal habrá sido su genio, que apenas pocos años fue nombrado santo, caray de eso seguro saben muchos. Pero y regresando a los cartujos, un día intente una hora de silencio y no pude, resulta realmente casi empresa imposible conseguirlo en el mundo de hoy.
Agradezco mucho estas fotografías, están muy bien tomadas y transmiten de verdad, en conjunto con sus palabras que transportan. Una de ellas me parece una invitación a entrar , la del pasillo largo como que espera y una vez alcanzado acompaña hacia adentro, ojalá que sea para muchos nuevos sacerdotes una buena nueva, además de otras interpretaciones que me reservo porque ya he escrito mucho.
Bendiciones , saludos
ResponderEliminarExcelente exposición sobre la Cartuja Fortea, esas grandes arterias por donde fluye la gracia de Dios nuestro Padre a toda la Iglesia. Sólo en la eternidad muchos comprenderán cuánto debemos a nivel personal y en el conjunto del cuerpo místico a todas las órdenes religiosas en cuanto a canales místicos por donde fluye la gracia divina y en cuanto a la espiritualidad transmitida por esos grandes maestros como San Benito, San Bruno, San Bernardo y tantas joyas de espiritualidad.
¡Que belleza de monasterio Padre!
ResponderEliminarLo veo en las fotografías que amablemente nos comparte y siento una gran ternura al verle. Su imagen siempre me recuerda a la de un niño grande, incluso cuando esta serio. Y me admiro lo muy aficionado que es usted a la fotografía. Yo, directamente la odio. Ya sabe usted que la fotogenia es un dón, independiente de cómo sea una persona. De siempre se ha sabido que los actores de Hollywood se tienen que enfrentar en sus comienzos a pruebas de fotogenia. Hay personas que salen mejor en las fotos de lo que son en realidad, y también ocurre lo contrario. En mi familia sin ir más lejos, mi padre era de una extraordinaria fotogenia, y sin embargo mi madre, que era un bellezón, salía directamente fatal, tanto que parecía su madre o su abuela en las fotografías.
Seguro que usted tiene que saber, que es un privilegiado de éste valle de lágrimas que es la vida. No soy tan ingénua cómo para no saber que usted cómo todos, también llevará su cruz de una u otra forma, porque cómo decía Tomás de Kempis "siempre hallarás la cruz", pero a pesar de éso hay personas cómo usted que son auténticos privilegiados. En primer lugar la llamada de Dios a dedicarle la vida y aceptar, equivale a tener una fe fuerte y sin fisuras, que es el mejor regalo que Dios le puede dar a una persona; y después su tipo de vida, que incluye contemplar y disfrutar de tan hermosos lugares cómo el que nos muestra en su post de hoy, y la paz y la alegría de compartir tiempo y momentos con hermanos en la fe. ¡Felicidades y que Dios lo siga bendiciendo!
Me admira pensar en la vida pasada en esos monasterios, cuando estaban habitados por una orden tan severa cómo la de los cartujos, y me pregunto, qué es lo que ha pasado en el mundo para haber llegado a ésta pérdida de la fe tan generalizada que estamos viviendo, y que incluye por lo tanto la pérdida de tantas y tantas vocaciones. Se ha perdido el respeto, incluído el respeto por la vida, la educación (que no deja de ser un respeto al otro), la moral, la vergüenza, y sobre todo y ante todo la fe; algo sin lo cual el ser humano camina por el mundo entre tinieblas y en peligro constante de caer en la más inmensa desesperación. Y lo peor es que todo éso se va agravando cada vez más. No sé en qué irá a parar todo ésto, pero de seguir así, a nada bueno.
Me pregunto cómo después de la desamortización de Mendizábal, en que incautaron a la Iglesia todos los bienes, se pudieron recuperar todos estos conventos, o si es que jamás fueron expropiados. En Granada hay cantidad de edificios civiles, maravillosos, que anteriormente fueron propiedad de la Iglesia, entre ellos el que hoy día es ayuntamiento de la ciudad, y que anteriormente fue Convento del Carmen, dando nombre a la plaza dónde se ubica.
Que pase un feliz día. Feliz día también para todos los amigos del blog.
Feliz día Isabel
EliminarHay un escrito que quiero compartir de un libro que acabo de comenzar a leer.
ResponderEliminarSe llama
50 cosas que hay que saber sobre literatura
"...el objetivo de la literatura es el placer. Y la lectura inteligente es uno de los mayores placeres que puede ofrecernos la vida."
Con esto quiero agradecerle al Padre Fortea que nos haga tener lecturas inteligentes, en su blog y que cumpla así el objetivo de hacer buena literatura. Además claro de las fotos, anécdotas y minucias de la vida.
Feliz sábado
Manana final del futbol entre Argentina y Alemanis (creo)..lo veran los Papas juntos?
ResponderEliminarEl Paular..qué bonito..yo he estado acampando cerca una vez..y hay unas famosas pozas de río..el paisaje de por alli es maravilloso
ResponderEliminarEn esto nos parecemos Fortea, yo también me siento más cercana a la espiritualidad benedictina aunque la espiritualidad de la Cartuja me entusiasma, tanto que hasta el salvapantallas de mi ordenador es una fotografía de la Grande Chartreuse.
El yugo Cartujo como usted lo llama, deben ser gracias especiales porque durante un mes llevé la dieta de la Cartuja y bajaron mis anticuerpos a niveles incompatibles con la vida; casi me muero; eso sólo con la dieta. También un día dormí en una cama estilo Cartuja aunque un poco mejor y me levante a las dos horas con un dolor de espalda que no sé ni como me pude levantar, tarde varios minutos en estirar todos mis músculos y dejarlos compatibles con la deambulación.
A veces he pedido al Señor que me cambie la vocación pero nada no la cambia; no me parece ni medianamente normal que me guste tanto la Cartuja y no tenga la vocación. En fin, el Señor sabe más, es Él quien da las vocaciones, y en los misterios de Dios no debemos indagar.
Bonitos techos!
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